La paz ha sido el sueño de las comunidades negras en Colombia desde la esclavización masiva de africanos y sus descendientes con 12 millones de africanos enviados a América como mano de obra forzosa entre el siglo XVI y XIX. Desde este momento, se instaura el racismo estructural y social que ha sufrido el pueblo negro en América y especialmente en Colombia, aunque seamos el país con mayor población afrodescendiente del continente después de Estados Unidos y Brasil.

Dicho racismo que aún sigue vigente en la cotidianidad, se acentúa en la población afrodescendiente que ha experimentado el desplazamiento vinculado al conflicto armado y que representa el 30% de los 6 millones de personas desplazadas internamente en el país por la violencia. En esta vía y con la misma fuerza, las comunidades negras han logrado avances en derechos territoriales, restitución y reparación y de esta forma, han robustecido el enfoque diferencial para la construcción de la paz. Es aquí donde consignas como El Pueblo No Se Rinde Carajo, cobra un significado de resistencia histórica y anhelos de paz que define a las comunidades negras del país.

Uno de los logros del pueblo negro fue la Ley 70 de 1993, en la cual se reconocieron los derechos de territorios ancestrales de las comunidades negras a título colectivo. Cerca de 5.6 millones de hectáreas de territorio afrodescendiente fueron tituladas, principalmente, a lo largo de la costa del pacífico durante la segunda mitad de los años noventa. Sin embargo, muchos territorios ancestrales negros del Caribe, de los Valles Interandinos, Orinoquia y la región amazónica, entre otros, no han sido titulados colectivamente.

Entonces, ¿cómo se puede hablar de paz si las comunidades que han sido víctimas del conflicto no tienen derechos sobre sus territorios para superar y renacer de los estragos de la violencia? La respuesta podría ser obvia para gran parte del país, pero tiene un significado más relevante cuando proviene de las voces que sienten y conciben el territorio como un espacio que trasciende de unas hectáreas de tierra como es el caso de Vivian Segura, del Consejo comunitario Nelson Mandela en Luruaco (Atlántico), quien explica que “la tenencia de la tierra contribuye a la armonía entre los grupos étnicos que existen en la comunidad y con la naturaleza, además, permite una transformación social y económica de las comunidades a partir del libre desarrollo de su cultura, basada en la hermandad y el cuidado de los ecosistemas, en los territorios en los que se han asentado históricamente”.

Tal como lo explica Vivian, el significado de los territorios, para las comunidades afrodescendientes, está ligado a una vida en paz y equitativa. En este sentido, las comunidades negras juegan un papel fundamental en la lucha histórica por el reconocimiento de los derechos étnico-territoriales y por la paz sostenible en Colombia.

Algunos aspectos de esta lucha ha sido el trabajo del pueblo negro para que se implemente efectivamente el capítulo étnico de los Acuerdos de Paz de La Habana y de esta manera, procurar la defensa de los derechos territoriales y apoyo a las víctimas individuales y colectivas del conflicto, especialmente a las mujeres negras, quienes son el grupo más afectado a lo largo de esta historia. Así también, se puede resaltar el proceso de lucha en cuanto a la mejora de la jurisdicción de las comunidades afrodescendientes sobre las decisiones relacionadas con el desarrollo, la promoción de la paz y una mayor comprensión social y apoyo a los derechos de los afrodescendientes para salvaguardar la identidad pluriétnica y multicultural de Colombia.

Definitivamente, el territorio es más que un pedazo de tierra, es el espacio para la reafirmación de la identidad negra del país. Más allá de los acuerdos pactados en el papel, las comunidades negras se preocupan por dejar un legado a sus descendientes donde el territorio es un conjunto de saberes y recursos que brindan la oportunidad de vivir en armonía. Cuando se interiorice esta concepción de tierra que tienen las comunidades negras, se entenderá la clave para hablar de una Colombia en paz y se respetará la lucha del pueblo negro por su territorio.

La paz y el territorio, la lucha del pueblo negro en Colombia

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